Entrevistamos a José Javier Caravaca García. Consultor en Comunicación Estratégica y Tecnología. Experto en inteligencia artificial generativa aplicada para PYMEs, comunicación no verbal científica y marketing 360. Profesor de Ruta Transport Business School.
La inteligencia artificial ha dejado de ser ciencia ficción y se ha convertido en un elemento más de nuestro día a día. ¿Crees que está transformando la comunicación entre personas y entre empresas? ¿Cómo está afectando a los procesos administrativos en el sector del transporte?
Es cierto, la Inteligencia Artificial ya está aquí y ha venido para quedarse. Hoy en día, todos nos hemos acostumbrado ya a hablar con Siri, Alexa o el asistente de Google, para preguntarle cualquier cosa. Incluso, cada vez hay más personas que utilizan ChatGPT, o consultan con “Luzia”, un chatbot desarrollado en España, que incluye la IA en nuestro WhatsApp.
El ámbito empresarial, también se está adaptando rápidamente, ya que los chatbots y asistentes virtuales se han convertido en herramientas esenciales para el servicio al cliente.
Cada vez hay más empresas se están beneficiando de la utilización de herramientas de análisis de datos impulsadas por IA que les permiten obtener información valiosa sobre las preferencias y comportamientos de sus clientes, así pueden ofrecer una comunicación más personalizada y efectiva.
En el sector del transporte de viajeros, la IA está revolucionando la gestión de las empresas, gracias a su increíble capacidad para analizar grandes cantidades de datos. Esta información permite a los directivos tomar mejores decisiones más sobre operaciones, marketing y estrategias de negocio. A día de hoy, la IA se está aplicando en diferentes procesos, como en la Optimización de Rutas, los algoritmos analizan, tanto datos del tráfico en tiempo real, como patrones históricos, para seleccionar la mejor ruta posible, reduciendo el tiempo de viaje y los costes operativos. También ayuda con la Gestión de Flotas, monitorizando, a través de diferentes sensores, el estado de los vehículos, permitiendo predecir necesidades de mantenimiento y programar servicios de mantenimiento preventivo que mejoran la eficiencia y reducen el tiempo de inactividad.
Y por supuesto, la automatización de las tareas de gestión, ya es una realidad: gestión de reservas, facturación y seguimiento de equipajes, lo que reduce errores humanos y agiliza el servicio.
¿Qué beneficios específicos puede obtener una empresa de transporte por carretera al incorporar herramientas de inteligencia artificial en su actividad? ¿Existen riesgos que debemos considerar?
A los ya comentados anteriormente, como el análisis de datos para la toma de decisiones, la optimización de rutas, el mantenimiento predictivo y la gestión de flotas, podemos añadir la Mejora de la Seguridad, ya que se pueden aplicar sistemas de asistencia al conductor basados en IA, como el frenado automático de emergencia, el mantenimiento de carril y alertas por somnolencia o distracciones al volante, ayudando a prevenir accidentes y aumentando la seguridad en la carretera.
Sin embargo, La IA no es perfecta, y su uso también conlleva varios riesgos que se deben considerar:
- Privacidad y Seguridad de los Datos: El manejo de grandes cantidades de datos y el registro de imágenes plantea riesgos de privacidad y seguridad; es crucial protegerlos contra ciberataques.
- Dependencia Tecnológica: La alta dependencia de los sistemas automatizados con IA, es potencialmente problemática si los sistemas fallan o son hackeados, porque podrían llegar a interrumpirse las operaciones.
- Sesgos y Prejuicios: Si los algoritmos estuvieran mal diseñados, podrían replicar sesgos, que le llevasen a tomar decisiones injustas, afectando a la equidad y la reputación de la empresa.
¿Cuáles son los principales desafíos o barreras que enfrentan las empresas de transporte al adoptar tecnologías de inteligencia artificial en sus departamentos de administración?
Las empresas que implementen la IA en sus sistemas, se enfrentan a varios desafíos, como el Elevado Coste de Implantación y Formación específica del personal; Mantenimiento Continuo de los sistemas informáticos, tanto del hardware como del software, así como la Adaptación y convivencia con los Sistemas Preexistentes; la Adaptación a las Nuevas Regulaciones y Normativas que vayan apareciendo sobre el uso de la IA; la Resistencia al Cambio por parte de algunos empleados, ya que podrían ser reacios a adoptar nuevas tecnologías y a que su imagen sea procesada y almacenada. Sin olvidar los riesgos comentados anteriormente: Privacidad y Seguridad de los Datos recopilados y analizados, la Alta Dependencia de los sistemas automatizados y los Sesgos que puedan haberse incluido en la programación de los algoritmos que rigen las decisiones que toma la IA de forma automática.
¿Cómo pueden las empresas prepararse para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial?
Lo primero sería realizar una evaluación y análisis de necesidades y objetivos, para identificar las áreas donde la IA puede, realmente, ofrecer el mayor impacto y los mejores resultados.
Una vez identificados estas áreas, será necesario invertir en la infraestructura tecnológica adecuada, como sensores, software de análisis de datos y ordenadores de alto rendimiento capaces de ejecutar con soltura aplicaciones de IA.
No podemos olvidar la formación, es clave tomar la iniciativa en la gestión del cambio y ofrecer programas de capacitación y desarrollo continuo para asegurar que el personal esté al día con las últimas herramientas y técnicas.
Sería conveniente contar con los servicios de algún consultor especializado que pueda ayudar a diseñar los sistemas de IA, para que estén adaptados a las necesidades específicas de la empresa; asegurándose de que los nuevos sistemas se integren bien con las plataformas existentes, de forma que las operaciones se desarrollen de un modo fluido y sin interrupciones.
Implementar medidas robustas de seguridad específicas para la asegurar la protección de datos y prevenir ciberataques.
Y por último, establecer un sistema de seguimiento y control para evaluar el desempeño de las soluciones de IA e identificar áreas de mejora continua. La IA es un campo en constante evolución, por lo que es crucial saber adaptarse y actualizarse regularmente.